A lo largo de mi vida he tenido muchos profesores, pero sólo unos pocos me han hecho disfrutar de lo aprendido. Me enseñaran la materia que me enseñaran, todos tenían una cosa en común que los distinguía del resto: la pasión por su trabajo. Creo que esto es lo que distingue a un buen profesor del resto y Carlos es uno de ellos. Es un apasionado de la fotografía … y a esto hay que sumar su sólida formación, gran implicación en el proceso de aprendizaje de sus alumnos y seriedad en su trabajo.
Sus cursos me han hecho muy sencillo el paso de la fotografía analógica a la digital a pesar de llevar 25 años sin tocar una cámara. Nunca pensé que pudiera disfrutar tanto del proyecto personal que inicié en su Curso Avanzado de Fotografía todo gracias a su apoyo.