Sesiones de premamá: cómo son y qué os lleváis
Dicen que no hay nada en el mundo que llene más que la ilusión de esperar un hijo. El embarazo es un momento único en la vida de cualquier mujer y un regalo para la cámara. Sentir cómo crece una vida en tu interior y recordar esos meses de cambio bien merecen una sesión fotográfica..
Si estás pensando cuál es el mejor momento para hacerte estas fotos, mi consejo es que esperes al menos hasta el séptimo mes. La tripita estará para entonces más marcada y el resultado en las fotos será más evidente. No hay una ciencia exacta, pero entre las semanas 30 y 32 estaréis ya en el último tramo de gestación y aún podréis moveros con soltura.
Las sesiones de premamá se pueden realizar en estudio, en exteriores o en vuestra propia casa. Podéis elegir, e incluso combinar, entre aquellos lugares que más os gusten y en los que estéis cómodas y relajadas. Por supuesto, podéis hacer partícipe a vuestra pareja o a todo aquel que queráis que se una a vuestra felicidad: hermanitos, abuelos, vuestra mascota…
De la sesión os llevaréis un mínimo de 30 fotografías en formato digital, completamente editadas, sin marcas de agua y en alta calidad. Aproximadamente entre 5 y 7 días después de haber hecho las fotos recibiréis un enlace para que podáis descargarlas en vuestro ordenador.
Si os apetece guardar un recuerdo impreso, podéis consultarme también las distintas posibilidades que existen para personalizar sus primeras fotos: desde pequeños álbumes de recuerdo hasta copias en papel fotográfico con cajas personalizadas de madera.